Sabes que esta etapa es un proceso de recuperación física y emocional, y aunque cada mujer lo vive de manera diferente, hay pilares fundamentales que pueden hacer que te sientas mejor y más fuerte.

Te adjunto 10 consejos para que los tomes en cuenta y mejores tu salud en forma integral

#1. Escucha a tu cuerpo y respeta los tiempos de recuperación

El parto, ya sea vaginal o por cesárea, deja huellas en el cuerpo. No te apresures en volver a tu rutina previa al embarazo. Es normal sentir cansancio, molestias y cambios emocionales. Si tu cuerpo te pide descanso, dáselo.

Si sientes dolor o incomodidad persistente, consulta con tu médico. También en normal entre en bajonazos emocionales, producto de todo el proceso del parto. Ten presente que todo lo que sientes, en algún momento pasará.

2. Nutrición equilibrada para tu recuperación

Tu cuerpo necesita nutrientes para sanar y producir leche (si estás amamantando).

Prioriza:

a)   Proteínas (huevos, pollo, pescado, legumbres) para reparar tejidos.

b)   Grasas saludables (aguacate, frutos secos, aceite de oliva) para energía sostenida.

c)   Fibra (frutas, verduras, cereales integrales) para evitar el estreñimiento.

d)   Hidratación: bebe suficiente agua, sobre todo si das pecho.

e)   Evita dietas extremas. Este no es el momento de enfocarte en perder peso, sino en nutrirte bien.

#3. Fortalece tu suelo pélvico y abdomen con ejercicios suaves, progresivos y especializados en fortalecer dichas áreas

El embarazo y el parto debilitan el suelo pélvico y los músculos abdominales. Comienza con ejercicios para fortalecer la zona y prevenir incontinencia urinaria. Agrega ejercicios de respiración diafragmática y activación del core antes de hacer entrenamientos más intensos, así como ejercicios para fortalecer la región lumbar.

#4. Duerme todo lo que puedas

El sueño es clave para la recuperación. Sabemos que con un bebé recién nacido es difícil dormir 8 horas seguidas, así que trata de dormir cuando el bebé duerma. Pide ayuda a tu pareja o familia para que puedas descansar en turnos y reparte el trabajo de la crianza con tu pareja o familia.

#5. Cuida tu salud emocional

El postparto es un torbellino emocional. Es normal sentir cambios de ánimo, pero si te sientes triste, ansiosa, depresiva, excitada o desconectada de tu bebé por mucho tiempo. El apoyo emocional es clave en esta etapa. No tengas miedo de pedir ayuda.

#6. Mantente activa sin sobre-exigirte

El movimiento favorece la circulación y la recuperación, pero sin excesos. Comienza con caminatas suaves de 10-15 minutos y ve aumentando progresivamente. Si tu médico lo aprueba, puedes hacer yoga o ejercicios postparto.

#7. Cuida la cicatrización, ya sea si tuviste cesárea (incisión en el abdomen y el útero para extraer al bebé) o episiotomía (incisión quirúrgica en el perineo (área entre la vulva y el ano) para ampliar la abertura vaginal y facilitar el parto)

Mantén la zona limpia y seca. Sigue las indicaciones médicas para evitar infecciones. Usa ropa holgada y cómoda. Si notas enrojecimiento, dolor intenso o secreción, consulta de inmediato.

#8. No descuides tu salud hormonal

Los cambios hormonales pueden afectar tu ánimo, piel, cabello y hasta tu metabolismo. Mantén un chequeo con tu ginecólogo para monitorear tu recuperación hormonal, sobre todo si notas caída excesiva del cabello, fatiga extrema o cambios en tu ciclo menstrual.

#9. Refuerza tu sistema inmunológico

El postparto puede bajar tus defensas.

Para mantenerte fuerte:

a)   Consume alimentos ricos en vitamina C (cítricos, kiwi, fresas).

b)   Asegura un buen aporte de zinc y hierro (carnes magras, espinacas, legumbres).

c)   Suplementa con vitaminas si es necesario, siempre con asesoramiento médico.

#10. Rodéate de apoyo y evita el estrés innecesario

No trates de hacerlo todo sola. Acepta ayuda de tu pareja, familia y amigos.

Delegar tareas no significa que eres menos capaz, sino que te permite enfocarte en tu recuperación y en disfrutar esta etapa.

Recuerda
El postparto es un período de transformación. No busques la perfección, date tiempo y prioriza tu bienestar. Tú eres prioridad. Cuidarte a ti misma es el primer paso para cuidar bien de tu bebé,

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